INVINCIBLE SPIRIT - familia 7 A Es ampliamente conocido que el reproductor irlandés INVINCIBLE SPIRIT marcó un récord en el año 2010, con relación al número de cuarenta y dos hijos de dos años ganadores, dentro de los padrillos que actúan en Norteamérica y Europa.
INVINCIBLE SPIRIT fué Irish Champion Sprinter en el año 2001, así como su padre GREEN DESERT supo producir tres campeones sprinters más, destacándose por engendrar hijos de dos años ganadores.Su bisabuelo materno SHARPEN UP fué Leading Juvenile Sire en Inglaterra.
Curiosamente la sub-familia materna de INVINCIBLE SPIRIT es la 7 A, la misma de ROCKEFELLA, el hijo de HYPERION en el cual es embridado de forma 4 x 4 RAFHA (madre de INVINCIBLE).
Aquí viene al caso, el pedigree de REDOUTE´S CHOICE, otro nieto paterno de DANZIG, gran corredor y exitoso reproductor en Australia, el cual contiene en su pedigree a BLETCHINGLY de la familia 7 A, que se entroncan en forma común con ROCKEFELLA en la yegua SWEET ROCKET (GB 1922) obviamente que de la 7 A, con padre ROCK FLINT de la 5 I. Ahora adivinen de qué familia es SHARPEN UP: la 5 I.
Pero Uds. nobles lectores se preguntarán a cuenta de qué viene todo este lío, que he tratado con mucho esfuerzo -y quizás poco resultado-, de simplificar lo más posible, y la respuesta puede ser tan sencilla como que el propio DANZIG es de la familia 7 A, y trazan al ramal de LADY SUSAN, una hija de ST. SIMON (11 C REGULUS) vía SOPHIE ARNOULD y PRINCESS SONIA.
PRINCESS SONIA y SOPHIE ARNOULD son hermanas enteras, y no van a creer si les cuento que son por ST. SIMON (11 REGULUS) en abuelo materno MACHEATH de la 13 REGULUS pero con abuelo STOCKWELL de la 3 REGULUS. El padre de SOPHIE ARNOULD es AYRSHIRE de la 8 REGULUS (todo un emblema del Factor), y el padre de PRINCESS SONIA es ORION de la 13 C REGULUS.
A la luz de algo de lo que he intentado detallar, se podrá valorar cuán corto puede quedar el concepto de atribuirle el suceso a INVINCIBLE SPIRIT al hecho que sea un nieto paterno de DANZIG, dejándolo ahí nomás.
No resulta nada extraño entonces que esta genética, potenciada con un manejo estudiado y planificado teniendo en cuenta estos puntos -sumada indudablemente a otros más-, se convierte en un arma letal en las pistas y luego en la reproducción proyectadas hacia el futuro.
